Deliciosa alternativa de arepas para personas intolerantes al gluten o al maíz.

Esta receta es facilísima de hacer y es ideal para comer a cualquier hora. Es una gran alternativa cuando se están haciendo procesos de limpieza o dietas de eliminación, ya que no contiene ni gluten ni maíz. Una vez se tienen estas arepas hechas, se pueden congelar y así tener disponibles para cuando se necesiten.  A mí me encanta comerlas con mantequillas de nueces al desayuno o con dips como hummus, guacamole y otros cuando las tomo como cena ligera. También son ideales como acompañamiento de sopas o ensaladas.

Es aconsejable que para preparar esta receta, como cualquier otro amasijo, procuren utilizar granos y cereales integrales y evitar el consumo de harinas blancas y refinadas que comúnmente encontramos en panes, galletas, tortas y demás productos de panadería. Por eso, se debe usar arroz integral y no arroz blanco. Los cereales y granos integrales conservan nutrientes individuales, tales como la fibra, antioxidantes, fitonutrientes, vitaminas y minerales con beneficios nutricionales por si solos. Pero cuando estos trabajan en equipo, como en el caso del arroz integral, su efecto se hace más evidente y actúa en beneficio de nuestra salud.

Un grano es considerado integral o entero, cuando tanto el salvado, el germen y el endospermo están presentes. Los granos cuando están en esta forma, pueden ser buena fuente de vitamina B, vitamina E, magnesio, hierro y fibra. Incluso, algunos de estos nutrientes están presentes solo en los granos y no en las frutas y verduras. El arroz integral específicamente contiene vitamina B1, vitamina B3, vitamina B7 y hierro, manganeso, y fibra entre otros nutrientes.

Esta versión que les presento ahora puede ser libre de gluten si consiguen avena sin gluten. Pero si no consiguen avena libre de gluten, pueden usar quinoa en hojuelas, harina de sagú, o amaranto por ejemplo. Las semillas de ajonjolí, ademas de aportar grasa saludable son una importante fuente de calcio, magnesio y zinc. Es verdad que esta receta contiene pocas cantidades de ajonjolí, y por eso es importante notar que solo apunta de estas arepas no vamos a conseguir todas las concentraciones que se requiere el cuerpo a diario de este y de los demás nutrientes que menciono arriba.

En cuanto a la preparación, el truco de estas arepas esta en la manera como se cocina el arroz. El arroz se debe cocinar usando dos tazas de agua, por cada taza de arroz y se debe mantener siempre tapado y a fuego bajo. De esta manera se demora un poco más, pero vale la pena, ya que así queda suave y esponjoso y esta es la textura ideal para las arepas.

Ingredientes:

• 2 tazas de arroz integral, previamente cocido con un poco de sal
• 1/2 taza de avena en hojuelas
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 2 cucharadas de semilla de ajonjolí
• 1/3 de taza de agua aprox., o según requiera la masa

Instrucciones:

1. Una vez el arroz se haya cocinado, dejar enfriar.
2. Procesar el arroz en un procesador de alimentos o en un molino hasta obtener una masa que se pegue a si misma y que se deje amasar. La mezcla debe tener un poco de textura, no debe quedar totalmente suave y homogénea.
3. Pasar la masa a un recipiente grande y agregar la avena, las semillas de ajonjolí, el aceite y amasar con las manos hasta que todos los ingredientes queden bien incorporados. En este punto y según sea necesario, agregar el agua por partes como para humedecer un poco la masa. Seguir amasando hasta obtener la consistencia deseada.
4. Proceder a armar las arepas del tamaño y grosor deseado. Yo generalmente aplano la masa con un rodillo y corto las arepas usando un molde de hamburguesa, ya que ese es el tamaño que me gusta. Pero se puede usar un plato mediano como molde o cualquier otro molde que tengas en casa. Incluso se puede dar la forma con las manos.
5. Una vez armadas las arepas, proceder a asarlas en una sartén o plancha con un poco de aceite. Asarlas unos minutos por lado y lado hasta que endurezcan un poco.
6. Dejar enfriar y refrigerar o congelar según el uso que se les vaya a dar.
7. Tostar en el horno o en parilla de arepas antes de servir.