Nunca había escuchado hablar y mucho menos probado el ajo negro hasta que mi amiga Uxoa, quien es médico y chef de comida sana, no solo me lo mostró, sino que también me lo dio a probar. Generalmente pruebo cualquier cosa con bastante facilidad y si bien esta no fue la excepción, en esta oportunidad me sentía probando algo bien raro. Me estaban ofreciendo un diente de ajo de color negro! Me metí a la boca un diente completo y al morderlo ahí mismo sentí su textura gomosa seguido de ese sabor dulzón con un toque como de vinagre balsámico, rasgos que se obtienen a través de un proceso de maduración prolongada a una temperatura y humedad controlada. Me encantó su sabor y además me cautivó que no le deja a uno la boca con sabor medio picante del ajo, ni con ese aliento característico. Una vez, me di cuenta que su sabor y textura me habían gustado, estaba preparada para conocer más sobre sus propiedades para la salud y sobre su versatilidad en la gastronomía.

El ajo negro nació en Japón a partir de los trabajos de un científico que intentaba descubrir una forma de reducir el olor del ajo blanco. El resultado fue un ajo que, además de haber perdido su olor, había acentuado notablemente sus propiedades, ya que se estima que éstas se multiplican por 10 a través del proceso de maduración. En cuanto a su uso medicinal, la evidencia científica ha logrado corroborar que, debido a la presencia de sustancias tales como flavonoides, selenio, cistina, acido linolénico y demás, el ajo negro tiene un efecto antioxidante, antiinflamatorio, depurativo, hepaprotector y antialérgico entre otros. De igual manera, se ha documentado un efecto regulador del colesterol mediante un aumento en el colesterol “bueno”

Cómo si fuera poco, el ajo negro cuenta con una versatilidad maravillosa a la hora de ser empleado como ingrediente en preparaciones culinarias. En algunos lugares es considerado como una delicia y se utiliza para dar toques especiales a muchos platos y preparaciones. Por ejemplo, puede ser salteado o añadido a platos de arroz y verduras o como ingrediente en salsas y dips. Basta con tener un toque de originalidad y seguro descubre uno como incluirlo en ricos platos. Pero para el que todavía no logra inspirarse para utilizarlo en su cocina como ingrediente, puede gozar de sus beneficios, tomándolo así solo, como si se tratara de un suplemento alimenticio que viene en pastilla masticable. En mi caso, cuando no logro incluirlo en ninguna receta, tomo de 2 a 3 dientes así solos en ayunas o entre las comidas. Los invito a que lo ensayen y se dejen cautivar de esta maravilloso alimento!

*Para adquirirlo en Panamá y conocer mas sobre sus propiedades y formas de comerlo pueden seguir a mi amiga Uxoa en su cuenta de instagram @saludelipty, quien se ha puesto en la tarea de producir este ajo con el máximo cuidado de manera artesanal en su casa al igual que a descubrir diferentes modos de prepararlo! Aprovecho para agradecerle por las lindas fotos que me dejó usar para esta entrada.